DIFIERO… AL CONOCIMIENTO SE LLEGA MEDIANTE EL CUESTIONAMIENTO
La tristeza ¿Amiga o enemiga?
Hace unos días, en una charla con un amigo, papá de 2 hijos, decía que algunas veces que platicaba con su esposa sobre compartirle que él se sentía triste en ocasiones, ella le comentaba tratando de reconfortarlo que no se sintiera así, que esa sensación era algo que pasaría y que hay que pensar siempre positivo, me quedé pensando sobre lo que me dijo y quise investigar sobre la tristeza.
La tristeza es una emoción humana básica y natural, caracterizada por sentimientos de desánimo, pérdida o desesperanza, que se experimenta en respuesta a situaciones de decepción o frustración.
Como todas las emociones ocurren dentro de mí, son conversaciones internas, pero aquí encontré una reflexión que me llamó mucho la atención, respecto que todos en nuestra vida sentimos todas las emociones, todas, cada quien a su manera, pero las experimentamos a veces incluso casi al mismo tiempo, las emociones en general me permiten expresarme conmigo mismo, conocerme.
La tristeza es lo contrario a la alegría, pero la única manera, como todo lo que es justamente opuesto, de reconocer que estoy alegre es conociendo cómo se siente estar triste, si no no lo reconociera, podemos decir que esas dos emociones, como las demas, son inseparables y parte de mi ocurrir, ninguna es mala o buena porque son lo que forma mi manera de ser.
Lo que aprendí es que estar triste no debería ser un lugar del cual debo salirme lo más pronto posible; al contrario, me funciona más vivirlo, roconocer que estoy triste y aceptarlo, pasar ese proceso valioso, que me ayuda a tomar espacio y mejores decisiones respecto de mi bienestar mental, todos lo sentimos, liberarme aceptando la tristeza, buscar los factores que me producen esa conversación y poco a poco sin calificar como negativo lo que siento, tomar pensamientos y acciones que me lleven a otra emoción.
Ayuda hacer alguna actividad diferente a las que realizo de manera cotidiana, el ejercicio, un deporte, mirar el cielo, meditar, escribir, conocer gente diferente, son acciones como ejemplo que a través de mi voluntad me pueden ayudar a gestionar con mejor ánimo la tristeza, y como comentamos en el párrafo anterior sin descalificar lo que siento. La tristeza es una emoción adaptativa, que nos permite expresar lo que sentimos, no es el enemigo, al contrario, es un aliado que permite el aprendizaje y la aceptación, con este enfoque puedo trabajar de manera interna y consciente a reconocerla y administrarla, darme la oportunidad de validar esta emoción y transformarla.
A partir de ahora creo que la tristeza es una buena amiga, que cuando me visita puedo entenderla, convivir con ella e incluso transformarla, pero validándola puedo sentirme más completo, de mejor ánimo incluso cuando estoy triste, y de una u otra forma ser más feliz.
En pocas palabras, Mario opina que: