Difiero… Al conocimiento se llega mediante el cuestionamiento.
QUÉ ME PLATICO ¿SERÁ RUIDO O COMPAÑÍA?
Tengo varios días que cuando platico con alguien trato de escuchar cuál es su diálogo interno, qué se cuenta, incluso le pregunto, cuáles son los temas recurrentes en su pensamiento; recordemos que el cerebro es una fábrica asombrosa de diálogo interno. 4,000 palabras por minuto es lo que una persona promedio procesa. El monólogo interno es constante, no se detiene, de hecho está demostrado que las personas con algún tipo de ansiedad, depresión o miedo, son de las que más voces internas tienen durante todo su día.
Me interesa mucho este tema y quise investigar cómo afecta o beneficia en nuestra cotidianidad lo que nos platicamos. Descubrí que este diálogo con nosotros mismos influye sin duda en nuestro estado de ánimo y autoestima, y tiene principalmente cuatro funciones básicas, la primera le llamamos procesamiento cognitivo, y es cuando nos ayuda a razonar, a resolver problemas, planificar, concentrarse; el segundo tiene que ver con la memoria, mi conversación interna me ayuda a recordar cosas, las que me parecen importantes, el tercer aspecto, organización de tareas, las estructuramos, las dividimos, las agendamos, etc; pero me voy a centrar en la cuarta función que es la regulación emocional, mi diálogo interno administra mis pensamientos, que a su vez provienen de nuestras emociones, de aquí que sea tan importante cómo me hablo, porque puedo ser severo y pesimista conmigo mismo y voy a aumentar mis niveles de estrés tanto como recurra a más y más pensamientos, o bien puedo ser compasivo y controlar mis expectativas, y entonces ser una fuente de tranquilidad mental propia, lo que puedo asegurar es que siempre vamos a tener ambas, las dos maneras de platicarme normalmente van juntas.
¿Que puedo hacer para mejorar mi conversación interior?
Lo primero es ser consciente de que la mayoría de los escenarios que pienso no son reales, darles el peso específico; lo segundo es ser consciente y que si tengo un pensamiento que me genera intranquilidad no debo callarlo, al contrario existe, por tanto debo reconocerlo, pero también tengo disponible generar otro que me dé bienestar, porque al hacerlo existir entonces también lo reconozco, y también eso soy.
A la gente que le pasan cosas es porque quiere que le pasen, comento esta frase que leí porque parte fundamental del bienestar emocional es trabajar en mi voluntad, no va a suceder nada si no me lo propongo, de lo contrario mis emociones y pensamientos me van a llevar de manera automática a donde sea, sin rumbo, es por eso que se le llama diálogo interior, porque así como mi cerebro produce pensamientos espontáneos, yo también puedo entrenarlo para que llegue a tener pensamientos de valor; de hecho, hay personas que de manera disciplinada cuando se despiertan hacen por costumbre generar tres pensamientos de reconocimiento personal, de ilusión, de posibilidad, y como son los primeros del día influyen de manera importante en todo lo que ocurre después.
Nuestro diálogo interior entonces va a ser ruido mental que nos preocupe, o bien compañía que nos valore, podemos entrar al que le damos más voz.
En pocas palabras, Mario opina que: