Difiero… al conocimiento se llega mediante el cuestionamiento.
HABLANDO DE PERDÓN, ¿QUIÉN ES EL ENEMIGO?
Hace algunas semanas, un buen amigo me pidió platicar sobre un tema que le estaba dando vueltas en la cabeza y quería rebotarlo con alguien que le diera un punto de vista diferente al suyo. Cabe mencionar que esto es muy positivo ante cualquier dificultad porque te permite ver la situación desde varios ángulos. Mi amigo y yo quedamos en vernos en un café, llegamos y le pregunté cuál era el asunto que quería platicar, y empezó a decirme que desde hace mucho tiempo él viene pensando que no encaja del todo en sus diferentes relaciones de amor, amistad o laborales, que siente que las personas no lo valoran y cree que lo acercan por compromiso solamente, incluso para sus familiares más cercanos él no es la primera opción ni para invitarlo, ni para pasar tiempo, es lo que él siente, pero que por fin después de mucho darle vueltas, considera que ha encontrado la fuente del porqué es así, y me contó una historia sobre cuando él era pequeño, más o menos a los ocho años su mamá decidió irse a vivir a otro lado por un tema de trabajo, y los dejó a él y a su hermana con su papá, que todo el día trabajaba.
Me platicó que la pasó muy mal en ese tiempo, se sentía abandonado, lo recuerda con mucho dolor, fueron casi cuatro años de ver en muy pocas ocasiones a su mamá, y que cuando por fin regresó nunca le comentó nada para no hacerla sentir mal, incluso hasta el día en que ella falleció mi amigo nunca le habló de ese sentimiento, y que sin duda era parte de la razón por la que no podía construir relaciones exitosas.
Me quedé con el tema pensando qué aconsejarle, le pedí unos días para poder darle una opinión más informada y me puse a investigar, encontré un tema fundamental en el bienestar emocional de las personas como lo es el perdón. Básicamente el perdón significa dejar de sentir ira, dolor, no tiene nada que ver con el olvido, ni con la debilidad, menos con la compensación del daño, ni siquiera con que la persona involucrada lo sepa. Tiene relación sólo conmigo.
Aprendí que el perdón es un proceso, no un suceso, y que puedo construir. Empiezo aceptando que el daño existió, dando lugar, claro, a que me duele, después debo ser consciente de que quiero perdonar, convencido de hacerlo. Posterior a ello darle perspectiva, es decir, de todo lo que siento en general, qué tanto lugar ocupa esta dificultad en específico y, por último, integrar la experiencia a mi vida, entender que tengo que reconstruirme incluso con eso que me pasó. Al leerlo parecen sencillos estos pasos, pero requieren de mucho coraje y determinación contundente de cerrar ciclos de forma sana.
En el perdón, el verdadero enemigo a vencer es el odio, no tanto el responsable al que le atribuyó lo que pasó, el odio es el verdadero veneno que debo eliminar.
Después de platicarle todo esto a mi amigo, le gustó el enfoque que le compartí, decidió trabajar en terapia sus temas, pero sobre todo pudo observar que puede construir siempre, en el presente y todos los días, las cosas no están terminadas definitivamente, somos capaces de gestionar nuestras emociones, hace poco lo volví a ver y me dijo que se siente mucho mejor, que está trabajando en sí mismo.
En pocas palabras, Mario opina que: