Gratitud

8 julio, 2024
Gratitud

DIFIERO... AL CONOCIMIENTO SE LLEGA MEDIANTE EL CUESTIONAMIENTO

El agradecimiento, forma de hacer... la gratitud, forma de ser

El agradecimiento, forma de hacer... la gratitud, forma de ser

Hace algunos días platicaba con un buen amigo que siempre se queja de que no le va muy bien, y me contaba que había recibido una buena noticia respecto de la salud de una de sus hijas; me dijo que se sentía muy agradecido. Me llamó la atención su comentario y quise investigar sobre ese sentimiento.

La gratitud es un ejercicio necesario, personal, para valorar lo que se tiene; es lo contrario a la queja, es una fortaleza humana que nos ayuda a estar conscientes; es decir, a darnos cuenta de que en el presente lo bueno que nos sucede —como todas las emociones— ocurre en mi cerebro.

Si buscamos los elementos para que se produzca el agradecimiento, podríamos encontrar tres, el primero tiene que ver con percibir que algo nos beneficia y entonces le otorgamos un valor; el segundo es descubrir el agente que nos produce ese valor, pueden ser personas o circunstancias; y el tercero es reconocer que ese beneficio ya es propio, ya ocurrió. En esa búsqueda, les comparto que también encontré que la gratitud se puede manifestar de diferentes maneras y una de ellas es como una emoción donde nos ocurre como una vivencia, breve, precisa e intensa, en respuesta a un evento externo que para nosotros tiene significado.

Pero también el agradecimiento se puede dar como un estado de ánimo, sucede cuando este sentimiento nos acompaña de manera estable por un periodo, nos sentimos agradecidos durante un día o varios, nos acordamos de lo bueno que nos pasó. Pero lo que más me llamó la atención es que hay personas que el agradecimiento lo tienen como rasgo afectivo, es decir como una tendencia generalizada a reconocer y responder con emociones de gratitud de largo plazo; claro, siempre con sus pausas, pero se hace parte de su personalidad y la convierte en una estructura positiva.

Las personas que desarrollan este rasgo se sienten agradecidas tanto por una acción benevolente concreta de otra persona —que te den un regalo o te donen sangre, por ejemplo—, pero también por circunstancias que habitualmente son dadas por sentado, como pueden ser la salud o la vida misma, por mencionar algunas. Este comportamiento y forma de ser se desarrolla y ejercita todos los días trabajando en nuestros pensamientos pues me siento mejor cuando estoy agradecido física y mentalmente; a esto se le denomina gratitud disposicional: tengo ganas de estar agradecido; y este sentimiento nos ayuda mucho a estar de acuerdo con lo que nos pasa, más tranquilos y, por tanto, más felices. Un corazón agradecido, sin duda, tiene muchas ventajas.

En pocas palabras, Mario opina que:

La gratitud es un ejercicio necesario, personal, para valorar lo que se tiene; es lo contrario a la queja, es una fortaleza humana

ATISBOS DE CONCIENCIA

Agradecimiento, la acción de mostrar el sentimiento de gratitud

Agradecimiento, la acción de mostrar el sentimiento de gratitud

En las ediciones anteriores de esta Newsletter, hemos venido hablando de sentimientos, de emociones. Hoy toca hablar de la gratitud, y yo quiero distinguirla del agradecimiento. Porque aun cuando los términos se emplean como sinónimos, me parece que conviene la reflexión alrededor de sus significados.

Por pura semántica, se entiende que el agradecimiento es el acto de agradecer. La gratitud, en cambio, es un estado emocional, es un sentimiento. Así pues, el agradecimiento no es una emoción; es la acción con la que se manifiesta el sentimiento de la gratitud. Ser agradecidos se entiende cómo mostrar agradecimiento, y esto lo asociamos más a la expresión con palabras o con acciones. Pero la gratitud es una actitud, una decisión voluntaria de mantener un estado emocional de aprecio a la vida en general. No es lo mismo ser agradecidos que sentirnos agradecidos.

Cuando vivimos con esa actitud, se antagonizan muchas de las emociones que pueden perturbar nuestro espíritu; por ejemplo: la tristeza, la preocupación, la envidia, la desesperanza, el coraje y muchas más. Cuando nos mantenemos en la disposición de gratitud, se genera en nosotros una sensación de satisfacción, de plenitud, en la que no nos hace falta nada esencial; nos sentimos privilegiados. Y en esta actitud, no necesariamente nos expresamos con palabras, porque la gratitud es algo profundo, interno, que conlleva reflexión. No obstante, si vivimos en estado de gratitud, nos será más fácil expresar nuestro agradecimiento con palabras o acciones, y no como un mero acto protocolario y de buenos modales, de cortesía, sino un agradecimiento que proviene de nuestro interior, genuino y sentido.

Para finalizar, me resulta interesante resaltar que una forma de trabajar los estados de ansiedad, de miedo y de depresión es cambiándolos por el sentimiento de gratitud. Cuando somos capaces de sentirnos agradecidos ocurre en nosotros, de hecho en nuestro cerebro, la producción de neurotransmisores y hormonas que favorecen un estado de equilibrio, como son las endorfinas y la oxitocina, relacionadas con la felicidad y con el amor.

En pocas palabras, Norma opina que:

La gratitud es una elección existencial. Nosotros decidimos mantenernos en ese estado emocional

CREER PARA VER

Un viaje en el tiempo hacia la gratitud

Un viaje en el tiempo hacia la gratitud

Hoy te quiero compartir un ejercicio a manera de meditación que espero te sirva. Este ejercicio nace de la interpretación personal que le di a un artículo escrito por Sahil Bloom el cual se titula “Mental Time Travel: A cheat code for success”, te lo recomiendo ampliamente. A partir de aquí escribiré todo en primera persona para que lo leas y hagas un viaje en el tiempo hacia la gratitud. ¿Listo? Empecemos;

Hoy me encuentro aquí, en este viaje en el tiempo hacia la gratitud, reflexiono acerca de mis experiencias pasadas y mi esperanza en el futuro para ayudarme a apreciar de manera más profunda mi eterno presente.

Me traslado hacia mis comienzos, cuando cada día era un desafío y cada pequeño logro una victoria, hoy reconozco cuánto he avanzado; valoro las lecciones aprendidas y los errores cometidos, pues mirar hacia atrás me muestra claramente cuánto he ganado, no solo en términos de los logros alcanzados sino la sabiduría y fortaleza que he logrado forjar a lo largo de mi recorrido.

Volteo hacia adelante y visualizo dónde me gustaría estar y lo que espero alcanzar. Observo que este futuro imaginario no está allí para intimidarme, está ahí para inspirarme, para poder trazar un camino claro hacia mis sueños. Abrazo esa visión de futuro hoy, aquí en mi presente, para llenar mi día a día de propósito y dirección.

En este proceso encuentro un mundo lleno de razones para estar agradecido; por la sabiduría que me ha dado el ayer, por las oportunidades que se me presentan hoy y por las posibilidades que se acercan en el mañana.

Este viaje en el tiempo me ayuda a mantener una visión equilibrada y optimista de mi vida y me motiva a actuar con intención y gratitud cada día. Me permito vivir plenamente, apreciando cada momento como parte esencial de mi camino en este mundo. Doy gracias por que estoy vivo y no hay nada más hermoso que darme cuenta de ello y saber que estoy aquí para ser feliz.

Me abrazo. Te abrazo.

En pocas palabras, Kush opina que:

Viajar mentalmente a través del tiempo nos permite abrazar profundamente el sentimiento de gratitud por cada experiencia vivida. Este ejercicio que nos comparte nos ayuda a valorar nuestro pasado, inspirarnos para el futuro y vivir el eterno presente con mayor aprecio y agradecimiento

ATREVERSE A IMAGINAR Y APRENDER

El camino para ser suficiente

El camino para ser suficiente

Las fortalezas de carácter se clasifican en seis categorías de virtudes que son: sabiduría, coraje, humanidad, justicia, templanza y trascendencia. Cada una de estas categorías se compone de varias fortalezas de carácter específicas, la gratitud es parte de la virtud de trascendencia.

La gratitud es uno de los regalos con los que todos nacemos. Recordemos que la voluntad de ser un principiante es un regalo. La voluntad de empezar de nuevo es un regalo. La voluntad de alejarse de la comodidad para encontrar una alineación más profunda es un regalo. Y los regalos no siempre son fáciles.

Este año, empecé con mi hijo de once años una práctica de gratitud todas las noches en la cual platicamos y escribimos. Cuando dejo que la gratitud sea un sentimiento en lugar de algo que debe ser, se convierte en algo real en lugar de algo que “debemos” hacer o nos presionamos por ser.

Hoy escuché una historia que hace referencia a la frase que todos hemos escuchado “Esto también pasará”. La historia me dejó pensando pues habla de cómo debemos traer esa frase a la mente cuando estamos pasando por una situación difícil pero también cuando estamos en un momento de felicidad. Creo que lo mismo aplica para la gratitud, debemos dejar que llegue en momentos que disfrutamos y también en los momentos que nos retan y son complicados. Esto no es nada sencillo, agradecer cuando no la estoy pasando bien o cuando las cosas no salen como esperaba es muy complicado para mí.

La gratitud, en mi opinión, convierte lo que somos y lo que tenemos en suficiente. Tampoco me es sencillo reconocer que quien soy y cómo soy es suficiente. Todo el tiempo estoy buscando, haciendo y pensando qué más puedo lograr, tener o mejorar. Espero que practicar la gratitud poco a poco me permita sentir que mi vida está completa y llena, que no necesito seguir buscando nada ni necesito construir una vida más grande. El camino es aceptarme de forma radical y dejar que la gratitud sea un sentimiento genuino a todo lo que sucede a mi alrededor y dentro de mí.

En pocas palabras, Andrea opina que:

Debemos dejar que la gratitud llegue en momentos que disfrutamos y también en los momentos que nos retan y son complicados. La gratitud, en mi opinión, convierte lo que somos y lo que tenemos en suficiente”

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