DIFIERO... Al conocimiento se llega mediante el cuestionamiento
AUTOESTIMA, SOY YO, ¿O LO QUE ME PASA?

Platicaba con una paciente de un hospital que tiene un padecimiento de presión arterial alta, y esto le produce muchos síntomas, se lo detectaron hace más o menos un año. Me decía que tenía que tomar medicamento, pero sobre todo debía checarse la presión muy a menudo, y que cuando recién empezó con este malestar cada vez que se iba a checar sentía que iba a salir mal y esto le generaba mucha desesperación por la intranquilidad que le provocaba desde la noche anterior. Su relación con lo que le pasaba afectaba su estado de ánimo; y me dijo que desde hacía más o menos cuatro meses había decidido que iba a hacer un esfuerzo por relacionarse mejor con lo que de todas maneras iba a tener que seguir haciendo, checarse la presión, y que poco a poco ha ido mejorando su salud por el tratamiento que ha llevado, pero sobre todo su mentalidad ha cambiado, se siente confiada cada vez que se hace un análisis, me dice que sabe que como salgan las cosas ella se sentirá tranquila, me llamó mucho la atención este comentario.
La autoestima es la percepción que uno tiene de sí mismo; hoy en día escuchamos muchos temas que se relacionan con este concepto, digamos que está de moda; pero no es nada nuevo, desde hace muchos años se le da relevancia a lo que reflexionamos de nosotros mismos. Sin duda, la confianza personal es algo que aprendemos, o más bien desaprendemos, porque nunca he visto a un bebé con autoestima baja; conforme vamos creciendo nos vamos formando nuestra apariencia personal, la fotografía que queremos ver nuestra.
Este concepto lo formamos con cuatro aspectos principales: el primero es el perceptivo, lo que nos dice nuestro entorno, que sucede a nuestro alrededor; esto nos lleva al segundo que es el autoconcepto, de lo que sucede afuera lo paso por el filtro de lo que pienso de mí y empiezo a generar conclusiones; de ahí nos lleva al tercero que es la carga emocional, cuando ya tengo estas conclusiones de lo que pasa más lo que yo creo que va a suceder conmigo, lo impregno de lo que siento en ese momento, que me da por impulso eso que me está pasando, y ya que decidí sentirme triste, alegre, nostálgico o enojado, me paso al cuarto paso que es el de los referentes, todo esto que ya pensé lo llevo a lo que yo creo que están viviendo de manera similar otras personas, y aquí tomo otra decisión, si ellos la están pasando mejor que yo o todo lo contrario, y así muchas veces al día hago toda esta ecuación para dar paso a sentirme conforme o intranquilo.
La autoestima no es creer que somos perfectos, o que todo nos va a salir bien, sino todo lo contrario, es saber que como soy, con todas mis carencias, éxitos o circunstancias, soy suficiente y completo, es tener un concepto compasivo de mí, aceptar, soltar; la autoestima es amabilidad sobre todo conmigo, es confianza en el presente y responsabilidad en el futuro porque me voy a hacer cargo de lo que pienso, voy a tomar acción y nuevamente vuelvo a aceptar lo que pase. Si nos damos cuenta, es un proceso interminable, pero que podemos decidir cómo vivirlo, de todas maneras va a pasar, no hay nadie que no piense nada de sí mismo, y si de todas maneras vamos a estar con nosotros podemos elegir pensarnos en positivo, estar satisfechos, como la paciente que les platicaba que decidió llevarse mejor con lo que le pasa y mentalmente tener más confianza en sí misma.
En pocas palabras, Mario opina que: