Difiero... Al conocimiento se llega mediante el cuestionamiento.
LA ASERTIVIDAD EN LA COMUNICACIÓN: ¿PASIVO, AGRESIVO O AMBAS?

Todos tenemos un amigo cercano que siempre tiene problemas con su manera de comunicarse; lo digo porque también podemos ser nosotros, pero es más fácil verlo en otras personas. Este amigo siempre está haciendo juicios de cualquier situación que se le presenta y responsabilizando a los demás, usa frases como: “Permíteme, estás mal, las cosas no son como piensas, no me entiendes.” Y siempre es mal recibido su comentario, y la persona que lo escucha reacciona normalmente en confrontación con él.
Existe, también, otro estilo de personas que nunca sabes lo que están pensando, tratas de que te dé pistas sobre lo que quiere y nada; incluso, lo cuestionas para que te platique su visión ante algo, y sus respuestas son algo así como: “Me adapto a lo que decidan, a mí me da igual, no tengo opinión sobre eso.” Y en algunas ocasiones solamente no hablan y voltean a ver a otra persona para ceder, sin decirlo, su derecho a expresarse.
Estos dos estilos de relacionarse son los extremos en cuanto a expresarnos; al primero, se le cataloga como comportamiento social agresivo; y, al segundo, como comportamiento social pasivo. Está demostrado que todos tenemos en algún momento ambos, pero uno es el que predomina, depende de nuestra personalidad y de los pensamientos que fabricamos.
En los años de 1950 a 1960 se empezó a mencionar y construir un concepto denominado como Asertividad. Inicialmente, la asertividad se veía como un rasgo de nacimiento, pero con el tiempo se reconoció que es una habilidad que puede ser desarrollada y entrenada. La asertividad se define hoy en día como la capacidad de expresar de manera honesta, directa y respetuosa pensamientos, sentimientos y necesidades, encontrándose en un punto medio entre la pasividad y la agresividad: somos seres sociales.
La gente desarrolla diferentes estilos de comunicación basados en sus experiencias de vida. Tu estilo puede estar tan arraigado que ni siquiera eres consciente de cuál es. La gente tiende a mantener el mismo estilo de comunicación a lo largo del tiempo. Pero si quieres mejorar ese estilo, puedes aprender a comunicarte de forma más saludable y eficaz.
Ser asertivo mejora tu autoestima, resuelve conflictos, ayuda a expresar tus sentimientos, crea relaciones sinceras y contribuye a tu bienestar.
Las herramientas más conocidas para desarrollar tu asertividad son: primero, evaluar tu manera de ser social, y, segundo, hablar en primera persona, no dejar de expresar lo que piensas pero siempre poniéndote en el lugar del otro y tratando de encontrar fórmulas de ganar-ganar; como cualquier tema de bienestar emocional, es un músculo que se va desarrollando poco a poco, con voluntad y conciencia.
En pocas palabras, Mario opina que: