ATREVERSE A IMAGINAR Y APRENDER

LOS CELOS COMO NUESTRO MAESTRO

LOS CELOS COMO NUESTRO MAESTRO

Seguramente a ninguno de nosotros nos gusta reconocer que sentimos celos pues es una emoción que conlleva una connotación negativa. Mi invitación hoy es que podamos utilizar a los celos como un gran maestro pues nos enseña lo que nos importa, a quiénes queremos y, lo más importante, nos enseña lo que hay dentro de cada uno de nosotros. Es normal confundir a los celos con la envidia, sin embargo, la envidia es hacia alguien que tiene algo que quisiéramos mientras que en los celos tenemos miedo de perder una relación que ya tenemos y en ellos siempre existe un tercero involucrado.

Los celos son una emoción compleja que se compone de otras emociones como el miedo, la tristeza y el dolor; lo importante es reconocer el sentimiento para entender cómo reaccionamos cuando lo sentimos, pues en algunos casos las reacciones pueden ser agresivas e incluso violentas. Cuando entendemos nuestras reacciones o actitudes podemos tener claridad de cuáles son nuestros límites o los comportamientos de las demás personas que podemos o no tolerar. Para mí, lo único que está en nuestro control es la relación y conocimiento que tenemos de nosotros mismos, en ningún caso creo válido querer controlar (pues además es una falacia) cómo se comportan los demás. Me refiero a límites que creemos poner a nuestra pareja; por ejemplo, para no sentir celos es necesario tener acceso siempre a sus conversaciones de celular. La reacción a mi falta de confianza en la otra persona es lo único que en verdad depende solo de mí, yo puedo elegir no seguir en esa relación o puedo elegir continuarla, pero sin poner ninguna condición.La doctora Joli Hamilton ha estudiado los celos desde el área de la psicología, su investigación sobre esta emoción cubre diferentes ángulos y uno de ellos cubre la emoción contraria a los celos a la cual define como la compersión: un estado de empatía y felicidad que se experimenta cuando otra persona siente felicidad y deleite. Para mí, llegar de los celos a la compersión es un salto cuántico; lo que considero alcanzable es entender qué reacción tengo al sentir celos y, desde ahí, poder tener un kit básico para procesar la emoción de la forma en la que para mí funciona. El problema es que al ser una emoción que no aprendemos a manifestar ni reconocer, no tenemos las herramientas para reaccionar como lo hacemos para otras emociones. Mi invitación de nuevo es utilizar los celos como maestro para que nos enseñe qué necesitamos, procesarlos y no esperar cambios en nadie más, salvo en el único posible: ¡Cada uno de nosotros!

En pocas palabras, Andrea opina que:

Los celos son una emoción compleja que se compone de otras emociones como el miedo, la tristeza y el dolor; lo importante es reconocer el sentimiento para entender cómo reaccionamos cuando lo sentimos, pues en algunos casos las reacciones pueden ser agresivas e incluso violentas. Cuando entendemos nuestras reacciones o actitudes podemos tener claridad de cuáles son nuestros límites o los comportamientos de las demás personas que podemos o no tolerar.

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