CREER PARA VER
EL GRAN ORGULLO DE SER QUIEN SOY

Tengo un par de años escuchando un podcast antes de dormir que se llama Durmiendo Podcast. Te lo recomiendo mucho si buscas cerrar el día con tranquilidad. Son episodios súper cortitos, no pasan de 30 minutos, y siempre tienen reflexiones que te dejan pensando.
Hace unos días escuché uno titulado “Tener el orgullo de ser quien eres”, y la verdad es que me dejó bien tranquilo y con una buena dosis de introspección para irme a dormir al tiro.
El episodio comienza con algo bien simple pero con mucho poder: reconocer lo importante que es decirnos a nosotros mismos que estamos orgullosos de lo que somos. ¿Cuántas veces nos damos ese aplauso por nuestros logros, ya sea grandes o pequeños? Vivimos rodeados de expectativas externas, intentando ser esto o aquello para complacer a los demás, pero pocas veces nos detenemos a celebrar quiénes somos, con todo lo bueno y también con nuestros defectos.
Reconocer nuestro valor no es un tema de ego o vanidad, es un acto de amor propio. Ese amor que nos hace aceptarnos tal cual como somos, con nuestros errores, aprendizajes y todos los logros que vamos acumulando a lo largo de nuestro camino por esta vida. Porque, como bien lo menciona el podcast, el proyecto más grande de nuestras vidas somos nosotros mismos.
Otra parte que me gustó mucho es cómo el orgullo por uno mismo nos libera de buscar la aprobación de los demás. Vivimos en un mundo lleno de filtros y máscaras, donde la validación externa tiene mucho peso. Pero cuando aprendes a reconocer lo que eres, a celebrar tus logros y a aceptar tus áreas de oportunidad, dejas de cargar con ese peso. Es como soltar una mochila que aparte ni siquiera era tuya.
El final me enganchó porque justo hace unos días compartí una frase similar y dice así: a pesar de los tropiezos, sigues aquí, intentándolo, creciendo, siendo tu mejor versión. Esto es un recordatorio de que, aunque a veces no lo veamos, cada paso que damos es parte de algo mucho más grande. Y darte el lugar que mereces no es egoísmo, es necesario para construir relaciones más sanas con los demás, pero sobre todo con la persona más importante, tú mismo.
Hoy quiero cerrar este artículo como cierra el audio momentos antes de caer dormido: “Estoy orgulloso de ti. Porque estás aquí, porque sigues dando lo mejor de ti, porque te reconoces y te das el valor que mereces”. Y, si alguna vez lo olvidas, repítetelo: Estoy orgulloso de mí. Porque, al final, tener el gran orgullo de ser quien eres es el regalo más valioso que puedes darte. ¡Gracias por estar aquí! ¡Te abrazo!
En pocas palabras, Kush opina que: