CREER PARA VER

DEBÍ "TIRAR" MÁS FOTOS

DEBÍ

No soy tan fanático del reguetón, pero esta canción que ahora me sale hasta en la sopa debo admitir que está buena. Seguramente leíste el título y te vino la tonada a la cabeza si es que navegas seguido por Instagram Reels o TikTok. Debí tirar más fotos de cuando te tuve, debí darte más besos y abrazos las veces que pude…

Y aunque la letra como muchas canciones puede tener varias interpretaciones, a mí me llegó por el lado de la culpa. Esa culpa que nos golpea cuando alguien se va y te das cuenta de que no hiciste lo suficiente, que no dijiste todo lo que querías, que diste por sentado momentos, personas y experiencias. Esa sensación que te aprieta en el pecho y te deja con una sola idea en la cabeza: pude y debí haber hecho más.

Es un sentimiento del que nadie se escapa. A veces nos llega con la pérdida de un ser querido, otras con una relación que se rompió sin haber dicho las palabras correctas, o con ese amigo al que nunca le mandaste el mensaje que pensabas enviar. Y aunque tratemos de ignorarla, la culpa siempre encuentra la forma de hacerse presente, recordándonos eso que dejamos pendiente.

En lo personal me pasa mucho cuando pienso en mis papás, a quienes gracias a Dios todavía tengo conmigo. Me entra el miedo de que un día ya no estén y me quede con un montón de cosas sin decir. Y no quiero que eso pase. Así que en los últimos años me he esforzado en expresar lo que siento, en decirles cuánto los quiero o en abrazarlos nada más porque sí. Si algo me ha enseñado la vida es que la culpa pesa mucho más que la vergüenza de abrir bien grande el corazón.

Mi abuela repetía mucho una frase que con los años entendí mejor: “En vida, hermano, en vida”. Y qué razón tenía. A veces actuamos como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, como si siempre hubiera un mañana para decir lo que sentimos o hacer lo que queremos. Pero el tiempo no espera, y cuando nos damos cuenta, lo único que nos queda es esa culpa por todo eso que no hicimos.

La culpa es un sentimiento incómodo, pero también como toda emoción nos viene a enseñar y a convertirse en maestra. Nos muestra lo que realmente valoramos y nos da la oportunidad de cambiar antes de que sea demasiado tarde. No siempre podemos evitar sentir culpa, pero sí podemos evitar que se convierta en un peso imposible de cargar.

Así que si tienes algo que decir, dilo hoy. Si quieres abrazar a alguien, hazlo. Si quieres tomar o “tirar” esa foto como dice Bad Bunny, tómala sin pensarlo. Porque el tiempo va a seguir corriendo sin parar, y lo peor que podemos hacer es dejar que la culpa nos recuerde todo eso que no nos atrevimos a hacer. ¡Jálate! ¡Gracias por estar aquí! ¡Te abrazo!

En pocas palabras, Kush opina que:

La culpa nace de lo que dejamos pendiente, pero también nos da la oportunidad de cambiar. Expresar lo que sentimos a tiempo es clave para vivir sin arrepentimientos.

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